Muestra interés en la vida online de tu hijo/a
Si un niño/a está leyendo un libro o dibujando, probablemente le preguntarás que está haciendo. Haz lo mismo con su uso de internet: muestra interés en lo que hace online de una forma positiva y abierta, animándole a hablar de las aplicaciones, juegos o espacios en los que está.
No juzgues
Descarta cualquier juicio o mofa sobre la aplicación o el juego. A él/ella le gusta y si se siente avergonzado solo logarás que lo oculte, se sienta culpable por estar viéndolo, que se cierre a hablar o incluso que mienta sobre lo que realmente está haciendo.
A medida que crecen, esta «costumbre» de ocultar su vida digital continuará y se transferirá al resto de su comportamiento online, haciendo mucho más difícil prevenir o controlar los riesgos que conlleva.
Empieza la conversación sobre grooming y escucha sus preocupaciones
Tener esta primera conversación probablente será lo más difícil. Hablar sobre temas sexuales es incómodo para todos y nadie quiere pensar en algo tan horrible como el abuso sexual. Ningún padre o madre está preparado ni se siente a gusto con esto y todos desearíamos no tener que hacerlo.
Desgraciadamente, tienes que hacerlo. No hablar de ello puede suponer un gran riesgo para su seguridad. Aquí te damos algunos consejos para comenzar la conversación.
Elige el momento
Nunca habrá un momento ideal para hablar sobre abuso sexual. Intenta elige un momento en el que tu hijo/a esté tranquilo y con disposición de hablar. Si está cansado/a o viendo su programa favorito en la televisión o en YouTube, la conversación no irá bien. Un buen momento puede ser mientras estáis andando de camino a algún sitio, en el coche o merendando juntos.
Elige tu momento, pero no esperes a la edad perfecta. Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para tener esta conversación. Si ha usado alguna vez internet (juegos, webs o YouTube) o redes sociales, ya es el momento. Pero si lo hace desde hace mucho tiempo, no creas que ya es tarde: también es el momento.
Algunas formas de empezar la conversación podrían ser:
«Ahora que tienes móvil/tablet/ordenador, hay algunas cosas que tenemos que hablar.»
«Puedes descargarte esa aplicación, pero hay algunas cosas sobre seguridad que quiero hablar contigo».
«Entiendo que quieras hablar con tus amigos/as por las redes o subir tus fotos/vídeos, pero necesito que tengamos claro cómo hacerlo de forma segura».
Se sincera/o de una forma adaptada y apropiada para su edad
Dependiendo de la edad de tu hijo/a, puedes darle más o menos detalles sobre por qué esta conversación es esencial. En cualquier caso, necesitas explicarle claramente de qué estás hablando sin dar grandes rodeos.
Para los más pequeños/as, por ejemplo: «las partes íntimas son privadas» es un mensaje claro y simple para un/a niño/a de 11 años.
«las partes íntimas son privadas y nadie debe pedirte que se las enseñes o tocarlas» y puedes continuar con «a veces, en internet, alguien puede pedirte que le envíes fotos tuyas o de partes de tu cuerpo. No deben hacerlo, da igual cómo te lo digan, quién te lo diga ni qué razones dé».
Puedes hablar primero sobre cómo estamos seguros en la calle y qué hacemos cuando vemos algo que está mal o si nos dicen o intentan hacer algo malo. Después, podemos extenderlo a lo que sucede online.
Para los/as mayores (a partir de los 14 años) puedes ser más directo/a, usando las palabras exactas: «abuso sexual online«, y explicando lo que significan.
Puedes decir:
«la razón por la que es tan importante esta conversación es porque hay personas en las redes e internet que piden a adolescentes como tú fotos o vídeos de partes de tu cuerpo o totalmente desnuda/o. Eso es abuso sexual y no deben hacerlo». Puedes continuar «ningún adulto -o joven- debe ni puede pedirte eso o algo que no quieras hacer, que te haga sentir incómoda/o o que te avergonzaría contar, ni online ni offline».
Evita culpar o avergonzar
Cuando hables con tu hijo/a, te diga lo que te diga, nunca le digas o insinúes que él/ella es el/la responsable o culpable de algo que haya pasado. Incluso si ha enviado una foto o vídeo suyo de contenido sexual.
Es clave mantener abierta la comunicación y si tu hijo/a piensa que le estás juzgando por lo que ha hecho, será muy difícil que te hable con honestidad y lo mantendrá en secreto. No le confrontes, no le culpes y pon el énfasis en que el abusador es el único responsable y culpable del abuso.
En vez de decir:
«¡Dame tu teléfono! ¡voy a borrar ahora mismo esa aplicación!»; «No vas a usar más el móvil, no es seguro»; «si alguien te pide una foto o un vídeo y se lo mandas, la culpa es tuya por hacerle caso»; «Sabías que estaba mal y lo has hecho».
«¿Por qué usas esa aplicación?, ¿qué tipo de cosas dice la gente en ella?»; «Nadie te debe pedir fotos o que hagas algo sexual online, es un delito y no deberían hacerlo»; «me alegro de que me lo hayas contado, sé que no habrá sido fácil para ti»; “cuéntame cómo ha pasado y vamos a ver juntas/os qué podemos hacer»; «Decir no siempre es la mejor opción»; «Él/ellos son los únicos culpables».
En caso de que te cuente que algo le ha sucedido a un/a amigo/a suyo, evita también juzgar o culparle, incluso si es en la televisión o alguien famoso/a. Hacerlo solo le llevaría a anticipar que también le juzgarías a él/ella.
Rompe las barreras
Habla sobre las redes sociales y aplicaciones que tú usas y comparte con tu hijo/a por qué te gustan. Utiliza alguna de las aplicaciones que usa él/ella, sigue sus cuentas sociales (si las tiene). Comparte con él/ella los contenidos que te parezcan divertidos o las cuentas que creas que podrían gustarle. Pídele que también te recomiende y envíe lo que vea que pueda ser curioso o divertido. Así podrás conocer mejor las cuentas que sigue y sus intereses.
En vez de decir:
«¿No estarás viendo esa tontería otra vez?». «¿Por qué todavía juegas a eso/usas esa aplicación/sigues a esa/e idiota?», «¡Deja de perder el tiempo viendo chorradas!».
Di:
«¿Qué estás viendo?», «¿Me enseñas a jugar a eso?», «No tengo esa aplicación, ¿cómo se usa?», «¿Por qué sigues a esa persona?».