Aprende a detectar, detener y denunciar

Hombre con portátil

Es muy difícil que un niño/a o adolescente le cuente a un adulto que es víctima de grooming

Puede ser que no se sienta seguro pidiendo ayuda porque:

  • No saben identificar como un delito lo que les está pasando.
  • Temen que el abusador pueda hacerles daño si se lo cuentan a alguien.
  • Están totalmente manipulados y quieren proteger al abusadora.
  • Se culpan por lo que ha sucedido, sienten vergüenza y miedo de las consecuencias de contarlo

Es fundamental que sea el adulto quien favorezca la conversación y sea capaz de detectar cualquier comportamiento que pudiera alertar o suponer una señal de que algo está sucediendo.

Señales de alerta

Señales de alerta de las primeras fases:

  • Se muestre muy ilusionado/a con una nueva amistad que no conocéis.
  • Quede con «amigos» en sitios inusuales o diferentes a los lugares a los que normalmente va.
  • Aparezca con regalos nuevos que le han hecho (ropa, juegos, dinero…).
  • Diga que tiene un novio o un amigo especial mayor.
  • Tenga acceso a drogas o alcohol.
  • Exprese creencias o ideas nuevas que parece que ha interiorizado muy fuertemente.

Señales de alerta en las fases sucesivas:

  • Se mantenga especialmente reservado acerca de lo que hace o de con quién habla.
  • Dedique mucho más tiempo online y se muestre ansioso/a por estar solo/a.
  • Se aleje o pierda el contacto con sus amigos/as.
  • Falte al colegio o instituto.
  • Muestre signos de depresión, apatía, aislamiento, cambios fuertes.
  • Desarrolle trastornos alimenticios.
  • Muestre dificultades de concentración y pérdida del rendimiento escolar.
  • Utilice lenguaje o desarrolle comportamientos sexuales que no concuerden con su edad.
  • Desarrolle problemas de salud sexual.
  • Se muestre extremadamente susceptible al contacto físico.
  • Problemas psicosomáticos como mareos frecuentes, dolores de cabeza o estómago cuando tiene que ir al colegio/instituto, diarreas frecuentes…

Algunas de estas señales pueden ser confundidas con comportamiento típicos de la adolescencia por lo que es muy importante observar y percibir si ha habido algún cambio significativo con alguno de ellos o han aparecido nuevas conductas que nos alerten de que algo no va bien.

Si el niño/a o adolescente te cuenta lo que está viviendo, debes asegurarte de transmitirle que ha hecho bien en contarlo, que está a salvo. Por muy doloroso que sea, debes mantener la calma y tu reacción ha de ser de empatía, seguridad y cariño. NUNCA le culpes o le hagas sentir responsable de nada de lo que haya sucedido y hazle saber que el único culpable y responsable de un delito de grooming es el abusador.